Las láminas de protección solar son pequeñas y delgadas partículas que pegamos al vidrio de nuestras ventanas mediante un adhesivo que viene en la propia lámina.

Lo que nos aportan estas láminas principalmente es evitar que el calor del exterior entre en nuestra vivienda, pero existen variados tipos de láminas de protección solar, dependiendo de tus necesidades utilizaremos una u otra, para conseguir solucionar tus problemas.

Reducción de la temperatura

El calor que entra por la ventana de nuestra vivienda puede llegar a ser a veces pesado. El efecto de bajada de temperatura que tienen estas láminas en una habitación es muy notable e inmediato.

Disminución de brillos

El brillo que nos entra por la ventana a veces puede llegar a ser frustrante, como cuando refleja en la pantalla de nuestro televisor. Las láminas eliminan este esfuerzo que hace nuestra visión.

Mejorar la privacidad

Pueden aportarnos esa intimidad que necesitamos sin ser aislados, es decir, pueden evitar aquellas miradas impertinentes en nuestro domicilio desde afuera, pero nosotros desde el interior podremos ver con claridad.

Ahorro energético y del bolsillo

Reducen la necesidad de estar utilizando el aire acondicionado o la calefacción en épocas calurosas o frías del año. Por lo que, nos ayuda a reducir nuestro consumo de energía.

Eliminar la luz ultravioleta

Esta puede producir el deterioro y la decoloración de los materiales, mobiliarios, escaparates...

Protección ante roturas

Tienen protección contra cortes al romperse el cristal, ya que los fragmentos se quedan pegados a la lámina.